Marcos Rojo enfrenta el descontento de los hinchas de Bóca Yúniors tras la difusión de imágenes que lo muestran participando en un partido amateur y asistiendo a una fiesta. El defensor ya había sido criticado por su expulsión en la derrota ante Platense.
El capitán de Bóca Yúniors, Marcos Rojo, nuevamente está bajo escrutinio de los hinchas tras la difusión de fotos controvertidas durante el fin de semana. Las imágenes muestran a Rojo participando en un partido de fútbol amateur en un intercountry y asistiendo a una fiesta en un boliche en La Plata. Estas fotos surgieron después de su criticada expulsión en la derrota contra Platense, aumentando las críticas hacia su profesionalismo. A pesar de los comentarios negativos, la dirigencia del club no ha tomado medidas oficiales al no confirmar la fecha exacta de las fotos.
Las fotos generaron gran controversia entre los aficionados, quienes ya estaban molestos con Rojo por su rendimiento reciente. La difusión de las imágenes reavivó el debate sobre su conducta fuera de la cancha. A pesar de que algunos argumentan que las fotos podrían ser antiguas, el daño a la imagen del jugador está hecho. La falta de acción oficial por parte del club solo ha intensificado la situación, dejando a muchos seguidores frustrados y pidiendo una respuesta más firme.
Rojo se ha defendido de las acusaciones, afirmando que siempre ha sido profesional y que no estaba de «joda». Argumentó que su carrera y los clubes en los que ha jugado son prueba de su dedicación y profesionalismo. Sin embargo, las críticas continúan, y la tensión entre el jugador y los hinchas sigue creciendo. La situación pone en duda su futuro en el club y su capacidad para recuperar la confianza de la afición.
El incidente ha llevado a un debate más amplio sobre la responsabilidad y conducta de los jugadores profesionales fuera del campo. Los aficionados exigen mayor compromiso y responsabilidad, especialmente de los líderes del equipo. El caso de Rojo es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los jugadores en la era de las redes sociales, donde cada acción puede ser monitoreada y juzgada públicamente. La dirección del club debe considerar cómo manejar estas situaciones para mantener la armonía y la confianza dentro del equipo y con la afición.
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