Un grupo de investigadores en Santa Fe logra aprovechar la cáscara de arroz para producir óxido de sílicio y energía térmica, beneficiando diversas industrias. Este proceso, desarrollado por la Facultad de Ingeniería Química (FIQ-Universidad Nacional del Litoral), Conicet e Ingar, convierte un residuo agroindustrial en un producto de mayor valor comercial. La valorización de las cáscaras de arroz contribuye a resolver problemas ambientales y fortalece la competitividad local.
El proyecto, iniciado en 2020, recibió financiamiento de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación. El desarrollo de una planta piloto para escalar la producción de sílice de alta pureza y la tecnología para utilizar la cáscara de arroz como combustible básico son hitos significativos. Esta iniciativa demuestra la importancia de la colaboración entre el sector científico y la industria para encontrar soluciones innovadoras.
La sílice obtenida tiene diversas aplicaciones en industrias como pinturas, resinas, adhesivos y cosméticos. La articulación entre la ciencia y la industria impulsa la innovación, promoviendo el crecimiento y la competitividad. La transformación de los descartes agroindustriales en oportunidades de desarrollo productivo es clave para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. tags: [Tags / Etiquetas: Investigación, Innovación, Cáscara de arroz, Sílice, Energía térmica.]
