Por cuarta semana consecutiva, los casos de coronavirus en la provincia de Córdoba experimentaron una baja. Al cierre de la última semana epidemiológica (ocurrido a las 24 horas del sábado 3 de julio), el territorio mediterráneo acumuló 16.434 infectados, 2.147 menos de los 18.581 anotados entre el 20 y el 26 de junio, lo que representa una caída del 11,56%.
Sin embargo, si comparamos el número obtenido hace dos días (16.434) con el computado entre el 30 de mayo y el 5 de junio (30.924 positivos), uno de los momentos más complicados de la segunda ola, la reducción equivale a casi el 50%.
En ese tiempo, el promedio de casos diarios fue de 4.417,71, mientras que en la última semana fue de 2.347,71.
Semejante diferencia también se evidencia en el nivel de ocupación de camas críticas. Después de haber estado al borde del 90%, por estas jornadas la demanda se ubica en alrededor del 50%, con subas y bajas.
Las claves para alcanzar una mejora en el cuadro de situación fueron la suspensión de las clases presenciales y la imposición de algunas medidas restrictivas que se cumplieron parcialmente.
Por eso, a las puertas de una flexibilización en la circulación por la llegada de las vacaciones de invierno, el comportamiento de la sociedad será fundamental para evitar que el panorama se vuelva a complicar.
Vacunación: Se aplicaron más de 1.9 millones de dosis
En la provincia de Córdoba ya se aplicaron 1.931.314 vacunas contra el coronavirus, desde que comenzó la campaña de inmunización el 29 de diciembre, de los cuales 381.735 recibieron la segunda dosis, informó el Gobierno provincial.
Asimismo, el Ministerio de Salud local resolvió que en la jornada de hoy se vacunará con la primera dosis, y sin turno previo, únicamente a mayores de 60 años, embarazadas y personas con discapacidad.
Con respecto a la distribución, los datos del Sistema Integral para la Gestión de Información en Programas de Salud (Sigipsa), detallaron que el 6% de las vacunas inoculadas fueron destinadas al personal de equipos de la salud; el 4% a residentes en geriátricos, neuropsiquiátricos, centros de rehabilitación, centros de discapacidad, hemodializados, trasplantados, personas con internación domiciliaria y electrodependientes.
El 10% se aplicó a docentes mayores de 60 años de todos los niveles educativos y a personal estratégico prioritario.
En tanto, el 64% correspondió a mayores de 40 años y el 16% a mayores de 18 años con comorbilidades.