Tras la medida que oficializó el gobierno nacional, a través del Boletín Oficial, de cerrar las exportaciones de carne por 30 días, este jueves comenzó el paro del campo impulsado por la Mesa de Enlace. La medida de fuerza por parte del campo se extenderá por nueve días y, en medio de la tensión, los negocios ganaderos ya empezaron a sufrir las consecuencias.
El rechazo a la medida del Gobierno se extendió a otros sectores empresariales, como la Unión Industrial Argentina (UIA), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
Las entidades ruralistas esperan un alto acatamiento del cese de comercialización de hacienda que durará 9 días y aseguraron que no habrá desabastecimiento de carne para el público ya que los frigoríficos tienden a tener stock para una semana o más.
En este contexto, el presidente de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, sostuvo: “Nos vemos en la necesidad de llevar adelante un cronograma de medidas de fuerza. Lamentamos profundamente tener que llegar a este momento, a nadie le gusta pero creemos que las medidas que está tomando el Gobierno son profundamente erradas. Debería tomarse el camino de alentar la producción en lugar de restringir las exportaciones”.
“En reiteradas ocasiones hemos podido sugerir cuál era el rumbo que había que tomar y lamentablemente no se nos ha escuchado”, apuntó.
Por su parte, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, señaló que “el intervencionismo y las medidas aisladas no son la forma de cuidar el bolsillo de los argentinos ni la productividad”. “No hay un plan económico, no hay un plan para generar mayor trabajo y mayor empleo”, añadió.
“Esto es como si a Corea se le prohibiera exportar celulares o a Japón sus autos insignia. El problema de precios en la Argentina es la macroeconomía, no existe un plan de control de gastos y de emisión monetaria por parte del Estado”, puntualizó Iannizzotto.
A nivel provincial, los gobernadores se manifestaron en contra del Gobierno por el cierre de las exportaciones. El martes se pronunciaron en contra desde Córdoba y Santa Fe y el miércoles se sumó al reclamo el Gobierno de Entre Ríos.
El riesgo de la pérdida de empleo es grande en los frigoríficos exportadores de las provincias en el país, donde se estima que el sector emplea a 100.000 trabajadores, el 25% del total del empleo que genera la ganadería en total.
En medio de la tensión entre el Gobierno por el cierre de las exportaciones y el paro en el campo generaron un efecto negativo en la cadena ganadera. En el mercado de Liniers cayó fuertemente la cantidad de animales que se comercializaron, descendiendo a 5.791 cabezas, un 40% menos en relación a 7 días atrás, detalló Clarín.
Esto generó una suba en el precio de la hacienda destinada al consumo doméstico en un 5%. Mientras que el martes se habían derrumbado los valores de la vaca, que se destina al mercado de China.