El miércoles 26 será tratada en el Senado de la Nación la Reforma de la Justicia propuesta por el oficialismo. Pese a las numerosas voces en contra, se descuenta su aprobación.
Pero en la Cámara de Diputados, en la que a diferencia del Senado, el oficialismo no cuenta con la mayoría necesaria, es posible que se ponga un freno a las pretensiones del gobierno. En este caso juegan un papel importante aquellos diputados que, como una ola que va y viene, votan según las urgencias de sus provincias más que atendiendo a los valores republicanos que son los que en realidad están en juego.
Entre esos diputados están los que representan a Córdoba. La ciudadanía cordobesa ha expresado claramente su oposición a la Reforma. Lo prueba la multitudinaria marcha del 17A. Sin embargo, los esfuerzos del presidente para “comprar” con obras y promesas la voluntad del “Gringo” como le llama al gobernador Schiaretti y de los propios legisladores, obran como un contrapeso que convierte la situación en un verdadero dilema.
Schiaretti guarda silencio. Sabe que después de 20 años de gobiernos peronistas, la situación económica de la provincia es muy grave: no tiene para pagar sueldos ni jubilaciones. Depende de los giros de la Nación. Por eso no parece estar dispuesto a tensar la situación. En todo caso, sus voceros expresan “no adherir a la reforma”. Pero, más allá de lo que digan es preciso determinar QUÉ ES LO QUE VAN A HACER. La cuestión es, NO DAR QUORUM, o sea, no habilitar la sesión a fin de que el oficialismo no obtenga los 129 diputados presentes.
La ciudadanía, que quiere Justicia pero no Impunidad, espera expectante que sus representantes estén a la altura de las circunstancias; que de una vez por todas, la defensa del sistema Republicano establecido en la Constitución, sea una realidad y un compromiso. El mismo que pronunciaron al asumir el cargo cuando juraron respetarla, porque si así no lo hicieran, más temprano que tarde Dios y la Patria, se lo demandarán.
JUNTOS POR EL CAMBIO