En momentos en que el campo espera “señales” del Gobierno a sus planteos en la audiencia prevista entre el Ministerio de Agricultura y la Mesa de Enlace Nacional, arrecian las versiones sobre la decisión política de aumentar en 3 puntos porcentuales los derechos de exportación a los principales cultivos, lo que genera incertidumbre y desazón entre los productores, que soportan una agobiante carga tributaria.
Estas versiones, nunca acalladas ni desmentidas oficialmente, sólo tensan la cuerda y se contraponen con la necesidad de prudencia y diálogo constructivo en un difícil contexto económico-social.
Desde Cartez advertimos que el sector agropecuario en general, y el interior productivo en particular, están “al límite”, y en numerosos casos con rentabilidad nula o negativa, por lo que llevar los derechos de exportación de la soja al 33 por ciento y, eventualmente, los de maíz y trigo al 15%, tornarán inviable la producción en numerosos lugares, especialmente los alejados al puerto.
A eso se suma el desdoblamiento cambiario, lo cual significa un tributo extra para el productor que debe adquirir sus insumos dolarizados a un valor muy superior al tipo de cambio que recibe por su producción.
Por eso decimos “basta”, porque ante cada crisis se acude a la solidaridad del sector,pero estamos hartos de ser siempre los llamados a poner, más aún cuando ya no hay de dónde sacar, al tiempo que no observamos voluntad ni acciones del Gobierno para reducir el impresionante gasto público y el costo de la política.
Nuestra entidad reitera su contundente rechazo a los derechos de exportación porque significa retornar a viejas recetas que tanto daño le hicieron al país, y las consecuencias futuras estarán muy lejos del efecto deseado por el propio Gobierno porque en ese estado de situación habrá menos inversión, menos producción, menos exportación, menos fuente de trabajo y menor ingreso de divisas al país