Cinco aviones hidrantes y más de 200 bomberos voluntarios continúan hoy la extenuante lucha que ya acumula más de 36 horas, con el fin de detener el incendio forestal que amenaza zonas pobladas de La Cumbre.
Pese al esfuerzo realizado por centenares de personas, la intensidad y variabilidad del viento y la sequía de los pastizales han impedido controlar las llamas que arrasaron con centenares de hectáreas en un frente de más de ocho kilòmetros.
Las autoridades confían en poder controlar hoy de manera definitiva el siniestro aunque ello dependerá obviamente del clima imperante