La cosecha de soja en el país finalizó con una producción total de 36 millones de toneladas, lo que refleja una caída interanual del 37,4%. Esto representó una pérdida de 4.200 millones de dólares.
Se ubica como la recolección más baja desde la sequía del período 2008-2009 -había sido de 32 millones de toneladas-, según el Panorama de la Bolsa de Cereales porteña. La campaña culminó sobre una superficie implantada de 18.000.000 de hectáreas.
La entidad señaló que el cultivo arrojó pérdidas de 1,2 millones de hectáreas sembradas y un rendimiento nacional de 2.140 kilos por hectárea, un 33% por debajo al cierre del ciclo previo.
El clima afectó a la oleaginosa desde fines de diciembre a marzo pasado con la escasez de lluvias, provocando una reducción de 18 millones de toneladas sobre el volumen inicialmente proyectado, remarcaron.
A partir de las estimaciones del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales, el Producto Bruto de la cadena de la soja será un 26% menor en 2018 respecto del nivel que hubiese alcanzado si se cumplían las expectativas vigentes al inicio del ciclo agrícola, pasando de 16.213 millones de dólares en el escenario inicial a 12.010 millones de dólares en la sequía.
Por lo tanto, según los datos, en términos de la economía en su conjunto, la disminución de 4200 millones de dólares en el valor agregado de la cadena de la soja representa una caída del 0,6% en el PBI argentino para 2018 estimado por el FMI.