Marina Bonadeo, miembro de la agrupación EPPA, manifestó en Sin Comentarios su preocupación por el avance del consumo de drogas en nuestra comunidad y región. Destacó la necesidad de políticas de Estado ya que desde la agrupación se ven superados.
El panorama es desalentador debido a que muchas familias están sufriendo, los jóvenes se drogan en las plazas a plena luz del día “no hay nada que esconder… muchos chicos tuvieron que ser internados. La situación es grave” remarcó. En este orden, sostuvo que muchas ordenanzas municipales no se cumplen como las referidas a la venta de alcohol a menores, la falta de controles a la salida de boliches o previas, entre otras “no se trata de una autoridad con el sentido autoritario, sino del cuidado del otro” explicó.
Asimismo planteó que la salida al flagelo es el trabajo mancomunado de las diversas instituciones de la ciudad “Los esfuerzos aislados no sirven por lo que debe existir una política de Estado para que todas las instituciones nos pongamos de acuerdo… tenemos que ponernos los pantalones y trabajar juntos con el fin de salvar a nuestros hijos del flagelo de las drogas” puntualizó.
Y agregó “la municipalidad debe convocar a todas las instituciones a una reunión…Desde el municipio porque el intendente y los secretarios son los que gobiernan, ellos tienen la autoridad de poder convocar a todo el mundo y plantear que todos juntos trabajemos cada uno desde su lugar. O nos ponemos los pantalones o esto se va a poner peor” remarcó.
Rescató las experiencias en otras comunidades de buzones para realizar denuncias anónimas a los proveedores de drogas. También el trabajo, más allá del credo, de la Iglesia Católica y las Iglesias evangélicas que luchan juntos rescatando a jóvenes de esta problemática.
De esta forma queda planteado dos cuestiones, por un lado, políticas de estado para coordinar el colectivo institucional, por el otro, predisposición ciudadana para involucrarse en esta lucha.