En un artículo titulado “Cambio de paradigma” Cambiemos La Carlota expuso su posición sobre el debate en el Congreso sobre el pago a los fondos buitres.
La reciente sesión en Diputados en la que se discutió el pago a los fondos buitre, exigió por parte del oficialismo realizar una inteligente negociación con todos los bloques de la oposición. El gobierno ha receptado propuestas y ampliado el proyecto original.
La capacidad de construir consensos y la recuperación por parte de Congreso de la facultad constitucional de revisar los pagos de deudas, significa el comienzo de una transformación cultural, que consiste en poner en marcha un nuevo paradigma, esto es, una forma distinta de hacer política. La misma concepción de poder que muestra Cambiemos es una novedad: no lo concibe como fin en sí mismo sino como una herramienta al servicio del conjunto.
El pago de las deudas constituye un primer paso para mejorar la vida de la gente. De este modo, Argentina recuperará la confianza del mundo a fin de acceder al crédito para desarrollar la capacidad productiva del país y generar trabajo genuino.
El cambio no será inmediato; estamos en una transición que requiere de otras medidas como el sinceramiento de variables económicas y la austeridad en el gasto. El gobierno anterior, envuelto en un relato populista, instaló la falsa idea de un Estado todopoderoso con recursos inagotables. No es así. Cambiemos procura recuperar las funciones de un Estado que brinde oportunidades para todos, propone requisitos para acceder a la función pública en búsqueda de los mejores y no se siente su propietario sino un administrador transitorio, lo que habla de ese espíritu republicano tan desdibujado en períodos anteriores.
El mayor problema es que todas estas señales, inéditas en la cultura política argentina, generan resistencias, en los que se adueñaron del Estado como si fuera un botín, en los que multiplicaron la corrupción e hicieron estallar la economía; en fin, en los que en nombre de la Patria arruinaron la Patria.
Frente a esta situación, Cambiemos pide paciencia y hace docencia. Sus funcionarios saben que, aunque duela, la verdad hay que decirla. Por eso, con calma y sin crispación procuran hacernos entender que la instrumentación de algunas medidas no generará resultados rápidos; y que un cambio de paradigma supone ruptura, desequilibrio y un lento proceso de acomodación. Éste cambio de modelo nos permitirá retornar a la convivencia y a la institucionalidad como condición del desarrollo.
CAMBIEMOS LA CARLOTA.