“Hay poca capacidad de tolerancia y paciencia, de pensar lo que le pasa al otro”

Seguimos tratando de indagar  los grandes temas que nos debemos, en este caso sobre la violencia, un fenómeno que hay que pensarlo desde todos los ámbitos. En esta ocasión consultamos a la licenciada en Psicología María Laura Galainena.

La violencia es un problema sumamente complejo, ¿Es difícil circunscribirlo?

En este mundo globalizado y posmoderno donde la capacidad para crear y para pensar está aniquilada, donde todo lo que viene de afuera está presentado, prediferido y no hay necesidad de imaginar ni de crear, se complica tener grupos numerosos en las aulas y la demanda dentro de las escuelas es mucha frente a esta situación.

Madres y padres que tienen que trabajar todo el día, tienen poco espacio y energías para estar con los chicos, un espacio que uno le tiene que dedicar para jugar y compartir. La expresividad es una de los ámbitos donde uno puede canalizar emociones enojos, tristezas, frustraciones. No están dados esos espacios creativos, artísticos e incluso deportivos, está todo mucho a flor de piel, pero sucede en los chicos y en los grandes. Hay poca capacidad de tolerancia, paciencia y de espera, de pensar lo que le pasa al otro.

¿Es verdad que la Argentina está enferma de Violencia?

Yo creo que es una realidad pero yo le doy entidad de consecuencia y es el resultante de un montón de otras cuestiones faltantes. Se han perdido cuestiones que tienen que ver con el espacio de pensar al otro y la inmediatez. Desde el punto de vista sociológico esto tiene que ver con la posmodernidad, en estos tiempo donde todo tiene que darse rápido, donde el otro de carne y hueso se desdibuja, donde el vínculo está cada vez más mediatizado por lo tecnológico. Una sociedad donde se crean pseudo necesidades que se hacen pasar por necesidades y uno se vuelve hedonista y narcisista, lo que importa es uno mismo. Entonces en este contexto, el resultante se ve en la intolerancia.

Prendemos la televisión y vemos que hay muchos psicólogos, psicoanalistas y psiquiatras hablando de psicopatías o analizando casos criminales, pero yo creo que en el trasfondo de todo esto sigue estando la no consideración del otro y la falta de capacidad de identificarnos con el otro, e insisto, como resultante la violencia como expresión de intolerancia.

Hay planteos que manifiestan que esto es un problema de todos y entre todos lo tenemos que solucionar donde cada uno tiene su responsabilidad. Asimismo cabe preguntarse si un poco no es la incapacidad de los conductores de quienes tienen que generar políticas y en aquellos que hacemos descansar la autoridad.

Somos todos en lo particular desde nuestro propio campo de acción limitado o no, las autoridades desde su campo de acción, quizá mucho más amplio que el personal. Pero definitivamente somos todos.

Yo creo que es una sociedad bastante anómica, no hay normas de convivencia. Si no hay normas no hay parámetros de referencia, si esto no existe cada cual hace lo que le parece y si esto no sucede no hay anclaje. Si perdemos el eje, lo hacemos también con los hijos, si pagas o no un impuesto. Las normas son los que nos permiten vivir coherentemente en sociedad.

Es decir es una sociedad anómica donde las responsabilidades están diluidas y no se sabe a quién le corresponde que cosa y es ahí donde se produce la confusión.

¿En tu ámbito de trabajo hay muchas consultas?

Si, tanto en ámbito privado como público la demanda es excedida. En el último año y medio las personas han roto un poco mitos y tabúes sobre la salud mental; se pudo incluir dentro de los exámenes de rutina, además los médicos derivan mucho más. Se entiende al cuerpo desde una mirada holística, es decir que trasciende lo físico, donde muchas veces cosas que nos pasan en nuestro cuerpo tiene que ver con nuestras emociones.

Las personas con dificultades relacionadas con la violencia ¿pueden conformar grupos en el cual el profesional pueda interactuar como una suerte de grupo de autoayuda?

En el hospital los tenemos, se arman grupos. El año pasado desde el hospital realizamos una jornada de violencia a pedido de la escuela María Benita Arias; también desde servicio social se trabajó con grupos de violencia. Es el modo de trabajo y este año sigue en pie. Por lo tanto trabajar en grupo y con una mirada interdisciplinar es mucho más enriquecedor y completo.

¿Ves alguna luz prendida, y de qué depende que esté prendida?

Si bien depende de todos, depende de uno mismo. Depende de la voluntad. Hay cosas que quizá no se pueden mejorar por completo pero si se pueden mejorar, pero definitivamente es la actitud positiva, de cambio, trabajo y compromiso con el otro.

Yo soy una esperanzada trabajo con mucho tesón, le pongo muchísima creatividad y mucha fe a todos los tratamientos, de hecho en el hospital nos va muy bien, hay casos y casos, algunos muchísimos más complejos donde la marcha es muy lenta pero se logra.

Los horarios de atención dentro del hospital…

Como el nombramiento en el Hospital no está y vengo por Cooperadora estoy solamente los martes y miércoles de 7.30 a 12:00 horas. El resto de los días en mi consultorio particular en el Centro de Salud Comercial.

La semana que viene comienzo mi licencia por maternidad pero estaré retomando a fines de julio o agosto.

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