Llama la atención la insistencia en querer señalar las presuntas contradicciones de la UCR referidas a la votación de los proyectos de ordenanza en los que se determina una suba del 30% al personal de planta y a Secretarios e Intendente. Sobredimensionando las supuestas diferencias de expresión entre el concejal y su partido, se ha dejado de hablar de lo más sustantivo: que OFICIALMENTE EL RADICALISMO NO APRUEBA EL INCREMENTO EN LOS HABERES DE LA PLANTA POLÍTICA.
La banca no pertenece al concejal sino al partido, es por esto que la UCR debate cada tema y acepta tanto el acuerdo como la disidencia, simplemente porque reconoce la libertad de quienes la integran.
Pero, lo que cuenta y desde el oficialismo se omite, es lo que esta fuerza política sostiene respecto al tema en cuestión: que es muy acentuada la brecha entre los sueldos de los funcionarios y el personal; y que, en una situación de emergencia declarada por el propio ejecutivo, no parece razonable que los sueldos de Secretarios e Intendente asciendan a 25 y 34 mil pesos respectivamente, considerando que al aumento deben sumarse los gastos de representación.
Corresponde que los funcionarios políticos tengan buenos ingresos, atendiendo a que su tarea exige dedicación exclusiva. Pero también deben dar el ejemplo y, sobre todo, brindar un servicio a la comunidad. No son pocas las quejas de vecinos que ven que los abultados costos de tasas e impuestos que se pagan, no se reflejan en obras.
Baste señalar algunas falencias notorias y persistentes: la falta de arreglo de las calles de tierra; la ausencia de trabajos de bacheos (Por ej: en la esquina de Arrascaeta y Lisandro de la Torre y en el acceso a la terminal de Ómnibus, entre otros sectores); la negativa a los vecinos del Pje. Lizzi, que reclaman desde hace meses el cordón cuneta; los desagües tapados de basura; el poco celo en preservar la higiene urbana y la limpieza de baldíos; el lamentable estado del tránsito pesado, que ha obligado a centenares de camiones transitar por el centro de la ciudad, lo que demuestra una grave falta de previsión; la demora en la provisión de agua potable, que se paga pero no se tiene; el desorden del tránsito; el abandono del parque industrial, que exigiría mínimamente un desmalezado, si lo que se pretende es atraer inversiones productivas; la falta de solución al basural a cielo abierto, verdadero atentado a la salud pública; etc, etc…
Frente a esta incompetencia en la prestación de servicios esenciales, más que “pasión por la ciudad”, lo que se advierte en el ejecutivo es desidia, negligencia y omisión. Eso sí, también se observa mucha celeridad para aumentarse exponencialmente sus sueldos. Pero de esto…NO SE HABLA.
UCR. Comité de Circuito La Carlota
¡No puedo creer lo que ganan estos funcionarios que declararon la emergencia. Además de las finanzas del municipio, lo que está en emergencia es el pueblo: las calles que no se arreglan, la suciedad, el despiole que es el tránsito. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esta situación?. No va siendo hora de exigirles que se ocupen de cumplir su función antes que de subirse los sueldos a costa de los que pagamos los impuestos?. pensemos…pensemos.
Habria que preguntarse sí en la actividad privada ganarían esos montos.
Que buena plata se llevan estos muchachos a sus casas, tendrian que laburar un poquito mas, les estamos pagando muy biennnn