Mientras el gobierno empuja a la confrontación, el campo quiere aportar a la paz social

La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias manifiesta su gran preocupación ante la insistencia del gobierno nacional que busca la permanente confrontación entre los distintos actores sociales. Esto se da en un marco de situaciones límite que atraviesan las diferentes producciones agroindustriales en el interior profundo de nuestro país.

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Los representantes del campo advierten la existencia de crecientes dificultades en la producción y comercialización de los productos agropecuarios, desde las economías regionales, pasando por los cereales, las oleaginosas, las legumbres, la leche y la carne, entre tantos otros. 

Este escenario se ve agravado, entre otros factores, por la combinación de problemas de competitividad, climáticos, la creciente presión fiscal, que se acentúan por la ausencia de ámbitos de diálogo –por desidia y desconocimiento- impidiendo desde el gobierno la obtención de soluciones concretas.

A esto se suma el constante agravio a instituciones y a ciudadanos por parte del gobierno nacional; y el reciente ataque a las entidades, que es en definitiva un ataque directo a la producción y a la familia rural.

Este no es el camino que nuestra sociedad debería recorrer. Por eso, reiteramos que el gobierno está a tiempo de hacer un giro razonable en su gestión para no llevar al país a un nivel de crispación y fractura, que ya son preocupantes.

El camino no es provocar más irritación. El camino es la paz social. Lejos está de nuestro deseo tener que realizar medidas de protesta. Queremos trabajar para generar un verdadero desarrollo en nuestras comunidades. Para esto, es necesario que el gobierno entienda que somos parte de la solución y no del problema como ya lo expresamos el 20 de diciembre pasado.

En consecuencia, la CEEA reitera la urgencia de generar espacios de diálogo y consenso, para construir un clima de concordia.

Expresamos también, la necesidad de no desaprovechar este momento histórico, en el que el mundo sigue demandando alimentos y energías renovables, que permitiría generar crecimiento no sólo para el campo sino para la sociedad en su conjunto. Para esto resulta imprescindible, que el gobierno asuma su responsabilidad de generar mejores condiciones para encontrar las respuestas que los argentinos necesitamos.