«Las paritarias son libres o no son paritarias, sino que den aumento por decreto. Lo que ahí se acuerde, seguramente lo vamos a rechazar», dijo el líder de la CGT opositora, sobre las reuniones que el Gobierno puso en marcha con empresarios y la central obrera oficialista. El titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, advirtió esta tarde que su sector «seguramente va a rechazar» lo que se acuerde en materia de precios y salarios en las reuniones que el Gobierno puso en marcha con empresarios y la CGT oficialista de Antonio Caló.
Seguidamente se dio a conocer un extenso documento elaborado por el Comité central Confederal de la Confederación General del Trabajo. que a continuación reproducimos:
SIN EL MOVIMIENTO OBRERO NO HAY UN MODELO NACIONAL Y POPULAR
En septiembre de 2011, el gobierno nacional interrumpió unilateralmente el diálogo con la Confederación General del Trabajo.
A partir de allí los reclamos que forman la agenda de los trabajadores quedaron postergados. Extrañamente un modelo que se pretende nacional y popular comenzó un inesperado viraje hacia medidas de signo conservador, en las propias antípodas de los objetivos declamados desde los estrados de funcionarios nacionales. La ley antiterrorista para reprimir el conflicto social; la presión tributaria sobre los salarios en forma directa e indirecta; la tercerización laboral y el trabajo precario; los topes salariales a las negociaciones paritarias; la ley de Riesgos del Trabajo a medida de lo deseado por el sector empresario; el ajuste en las asignaciones familiares con la consecuente discriminación; la retención indebida de los fondos de las obras sociales, son los síntomas evidentes de este cambio de rumbo.
Lo único que explica este viraje es la fantasía de un relato que se pretende a sí mismo imponer una suerte de determinismo y correlato histórico que se autoimpone con la pretendida finalidad de vaciar de contenido obrero a la lucha del pueblo argentino. Una historia oficial que aspira a consagrar a este gobierno como la etapa fundacional del país.
Nosotros como trabajadores organizados no podemos aceptar esta afirmación, porque quienes pretendieron encasillarnos en “categorías especiales” en las sucesivas etapas políticas se equivocaron groseramente: nuestros compañeros palpitan a través del único movimiento que irrumpió en la historia sin pedir permiso. Y eso fue el peronismo.
El rasgo distintivo de esta tensión entre el Gobierno y la clase trabajadora es la ubicación que a esta última le cabe en el proyecto de país que se pretende. No para ocupar cargos políticos como maliciosamente vociferan los alcahuetes de turno , sino para contribuir patrióticamente a la profundización de un modelo que hoy se muestra estancado y con objetivos distintos a los originalmente trazados.
La política ha pasado de ser una fenomenal herramienta para construir consensos en pos de la búsqueda de soluciones a reducirse al ejercicio simple y peligroso del poder por el poder mismo. Que otra cosa significan sino la escalada verbal sin discusiones posibles, el agravio fácil, los insultos esgrimidos desde las tribunas oficialistas. Es la propia incapacidad que se demuestra de establecer un diálogo social con quienes tienen otras prioridades que les urgen solucionar, otras razones que esgrimir y que no aceptan mas verdad que la realidad imperante.
Estos son los hechos por todos conocidos, desprovistos de palabras grandilocuentes y teñidas de arrogancia. Por estos hechos el pueblo trabajador hizo una demostración de fuerza el último 20 de noviembre paralizando sus brazos en las fábricas, en las calles y en el campo.
La naturaleza del movimiento obrero, su papel trascendente en la construcción de la Nación es la linea vertebral desde donde se sustancia lo nacional y popular. Es desde esta línea donde encontraremos las coincidencias en el gran escenario nacional, será con nuestras grandezas y dejando de lado nuestras miserias que marcharemos a edificar una Nación grande y la felicidad de su pueblo.
Nos preocupa demasiado el horizonte de conflictividad que se vislumbra y la alteración de la paz social en el país. Es por ello que no nos hemos detenido en el diagnostico y el mero reclamo, y en nuestro afán de la búsqueda pretendida elaboramos un programa de 21 puntos para una Argentina plena en productividad, justicia social, inclusión de quienes hoy están marginados y dignidad para todos los argentinos. Es este programa el que ofrecemos para debatir que país queremos utilizando todas las fuerzas productivas disponibles para edificar de una vez por todas esa Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, sustentada en una comunidad organizada con solidaridad, igualdad de oportunidades y justicia social.
Este Comité Central Confederal lamenta la confusión de quienes se dejan seducir por las promesas incumplidas, sin advertir que el quiebre de la unidad sindical sólo retrasa la solución a los reclamos de todos los trabajadores; nada esperamos de quienes nunca fueron consecuentes con sus representados. Mantener el equilibrio poniendo un pie en cada bote sólo se sostiene por poco tiempo. Por eso la Confederación General del Trabajo debe encabezar la voluntad de la clase trabajadora… Siempre.
En razón de ello el Comité Central Confederal, estatutaria y legalmente constituido y en uso de sus atribuciones, declara:
1. Exigir en carácter de urgente modificar la política tributaria y corregir el Impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría – Regresar al carácter universal de las asignaciones familiares – Aumento de emergencia para los trabajadores jubilados – Inmediata devolución de los fondos de las obras sociales sindicales retenidos indebidamente y exigir la eliminación del Trabajo Precario.
2. Promover una campaña en todo el territorio nacional para divulgar el alcance del programa de los 21 puntos antes mencionado.
3. Ratificar lo dispuesto por el Consejo Directivo realizando una convocatoria amplia y plural a todos los sectores de la vida nacional que compartan estos objetivos. El próximo 19 de Diciembre a la Plaza de Mayo.
Finalmente queremos expresar que hoy 10 de Diciembre, no sólo se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos sino que en la Argentina cumplimos 29 años del retorno al sistema democrático. Nadie mejor que los trabajadores para valorar la democracia. Cada vez que se rompió el orden constitucional fuimos los principales perjudicados y en la última dictadura genocida pusimos la mayoría de los muertos y desaparecidos consecuencia de la resistencia a quienes a sangre y fuego pretendieron degradar nuestros derechos y los de la mayoría de los argentinos. Por eso es incomprensible que a 29 años del retorno a la democracia, retorno en que tanto tuvo que ver la heroica resistencia de los trabajadores que puso en jaque al régimen, todavía tengan vigencia leyes de la dictadura genocida que violan DDHH de los trabajadores y otras que son parte del modelo neoliberal de país que nos quisieron imponer por la fuerza.
Por ello reafirmamos que con la misma convicción que defendemos nuestros derechos y la Justicia Social defendimos durante estos 29 años y defenderemos cómo y cuando la realidad lo requiera, a la democracia, aquella como decía Perón “donde el Gobierno hace lo que el Pueblo quiere y defiende un solo interés, el del Pueblo” .
Ciudad de Buenos Aires, 10 de Diciembre de 2012.
COMITÉ CENTRAL CONFEDERAL DE LA CONFEDERACION GENERAL DEL TRABAJO R.A.