Con gran suceso se desarrollaron en Villa María, Córdoba, dos jornadas relacionadas a la producción intensiva de cerdos. El eje de estas jornadas, -que se replicarán en todo el país-, es la presentación de un novedoso sistema hacia el confinamiento, y la integración de productores, denominada Monovolumen Intensivo Porcino (MIP).
Esta novedad tecnológica, apunta a brindar una nueva herramienta a productores porcinos, agricultores con interés en agregar valor y a inversores que evalúan diversificar su cartera. A modo de ejemplo, la inversión en un monovolumen, se aproxima al costo de un departamento para una familia tipo, y con manejo eficiente, proporciona una renta muy superior.
La primera de las jornadas, nominadas como “El negocio porcino que viene”, se desarrolló el miércoles 27 de abril, en la Sociedad Rural de Villa María, con más de 250 asistentes, llegados de diez provincias argentinas mientras que la segunda, con un auditorio de 150 participantes tuvo lugar en el auditorio de la Universidad Tecnológica Nacional de Villa María.
El eje de estas jornadas que se replicarán en todo el país es la presentación de un novedoso sistema hacia el confinamiento, y la integración de productores, denominada Monovolumen Intensivo Porcino (MIP).
En el inicio de la jornada del 27, el rector de la Universidad Nacional Villa María, doctor Martín Rodrigo Gill anticipó que la institución está analizando instalar una Escuela Nacional de Operarios para Producciones Intensivos en el ámbito de esta casa de altos estudios, que entre otras propone las carreras de Medicina Veterinaria, Ingeniería Agronómica e Ingeniería en Alimentos.
En el transcurso del evento, el economista Alfredo Koncurat planteó las grandes oportunidades que en el mediano y largo plazo tienen los países productores de alimentos; y comparó las tremendas ventajas que presenta la producción de cerdos, frente a otras opciones de inversión, entre ellas la inversión inmobiliaria, destino por excelencia –hasta hoy- de los excedentes e inversiones de origen agropecuario. En lo contextual juega a favor, no solo la mantención de las retenciones que continuarían con cualquiera de las opciones políticas que pueden gobernar Argentina, sino además la cada vez mayor incidencia del flete.
El Monovolumen Porcino, una opción para ir al confinamiento
En las jornadas, el tema que concitó el mayor interés de productores porcinos que quieren crecer, y de inversores propios y externos al sector agropecuario fue el planteado por el médico veterinario Fernando Garófalo, integrante de Soltec quien señaló que “el monovolumen integrado porcino es la alternativa para iniciarse en la producción porcina intensiva, y una plataforma para crecer sin límites en la producción eficiente de cerdos, ya que significa una inversión sustantivamente inferior a un criadero completo, pero su forma modular admite un crecimiento por etapas, en producción”.
Esta novedad tecnológica propone un único espacio para incluir las áreas de gestación, partos y recría; y tal cual está concebido atiende a pautas culturales del sector productivo, y aporta al asociativismo.
Garófalo abordó además otras temáticas, como los sistemas de gestión de recursos humanos, y aspectos de inversión de acuerdos diversas fuentes y capacidades de financiamiento, temáticas vitales a la hora de pensar en sistemas confinados. “Cada criadero de cerdos es único, por lo tanto el desarrollo tecnológico del mismo depende de múltiples factores, pero está demostrado que comparativamente la renta de un monovolumen porcino, manejado eficientemente es hasta 10 veces superior a la renta que puede dejarnos un inmueble del mismo valor”.
Cabe señalar que la primera de las jornadas fue organizada por el Instituto de Ciencias Básicas de la UNVM, el Inta Villa María, Soltec Cerdos, y TodoAgro, mientras que la segunda jornada tuvo lugar en la UTN Villa María, y fue organizada por la carrera de Administración Rural de esa casa de altos estudios.
Desde TodoAgro se anunció que hay proyectadas jornadas en Rafaela, Avellaneda (Santa Fe), Casilda, General Pico, Arroyito, en la MegaERICCA, en la zona de Río Tercero, en Junín, Bahía Blanca y en la provincia de Chaco, a los efectos de multiplicar estas tecnologías que sintonizan con la gran oportunidad para el país, de convertir proteínas vegetales en animales, y agregar valor en origen, proporcionando sustentabilidad económica, productiva y social, a vastas regiones del país.
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