Los juicios de valor requieren el conocimiento de algunas premisas, exigencias que incluyen a la democracia. Puede iniciarse leyendo “La Ciudad de Dios†de San AgustÃn (354-430), influyente pensador de la PatrÃstica. Aunque se notan restos de su antiguo maniqueÃsmo (Manes), en contra de las vigentes doctrinas esclavÃsticas dice que por ley natural ningún hombre tiene autoridad sobre otro, pues Dios los ha hecho a todos libres e iguales. Sin decirlo, sienta el Santo bases de buen gobierno: la igualdad de todos los hombres, a la que no se llega sin amar al prójimo. Mucho después, en Nápoles (1225), del matrimonio formado por Landulfo, conde de Aquino y Teodora, condesa de Theate, nació Tomás, notable arquitecto que llegó a plantear un verdadero sistema filosófico que avanzo sobre las ideas de AgustÃn. Sería deplorable la condición del hombre, sostiene, si no existiera dentro de la sociedad que integra una fuerza rectora tendiente al bien común. De allí la necesidad de que exista en toda multitud alguien que la gobierne para dirigirla hacia ese bien común. Agrega a lo dicho por AgustÃn, otras exigencias: un gobierno y su obligación de procurar la felicidad del pueblo.
Conocida la enorme perdida de categoría de nuestro paÃs, cabe pensar de quienes gobernaron en ese lapso ignoraron el bien común. Si fueron inmorales o no idóneos nada cambia: “en teoría†el pueblo los eligió. Si de gobiernos militares se trata, los cuartelazos fueron alentados por mayorías casi sin excepción y a los civiles los votaron muchos incautos inducidos a error por algún tipo de engaño demagógico (Ve.: parte II). En ambos casos, sólo los habitantes argentinos (todos) fuimos culpables. Si reconociéramos esa realidad podríamos cambiar. Seamos ciudadanos (Bergman).
No estaría mal comenzar rectificando las “herejÃas†constitucionales (1994) continuando con la legislación impositiva, familiar, educacional, política interna e internacional, de seguridad interior, agropecuaria, económica, defensa, exterior, y mucho más. Hemos de refundar la República Federal perdida. Si se deja de engañar a la ciudadanÃa instruyéndosela en la verdad para que pueda elegir con libertad (Ve. Parte II), en uso de su discernimiento, preferirá volver a ser Nación, en el sentido que anteriormente hemos dicho (Ve.: seamos Nación). DÃgase la verdad de una vez por todas: si en el lapso citado en el que se produjo nuestra “decadencia†gobernaron todos los “ismos†conocidos y nos fue como nos fue y nos esta yendo, es que todos ellos sin excepción, fallaron. Si en ese mismo tiempo los “ismos†opositores no sirvieron, es que nadie debe sentirse orgulloso de haber pertenecido a ninguno de ellos aunque fuere desde la primera hora; mas aun, si en vez de practicar políticas de Estado se aferraron a estériles personalismos.
Guiar una nación contrariando la Ley del querer general, es subversión y si bien el pueblo actual no es el mismo que el de 1853-1860 (para Ortega y Gasset cada quince años se renuevan las generaciones), la Constitución de entonces, basada a su vez en pactos pre-existentes, sentó los principios de representación, república y federalismo hoy vigentes. ¿Acaso alguien duda que sin esas tres bases la Nación no hubiera nacido?. Sin ellas, ¿ podrá subsistir?. Nuestra Constitución de 1994 (ve.: parte II), además de irrespetada no es la que el pueblo quiso. El resultado está a la vista: 1) tenemos como legisladores a muchos “infames traidores a la patria†(art.29); 2) instituyó la reelección presidencial y dinástica (debe modificarse el Art. 90); 3) la elección directa da la posibilidad de imponerse a las minorías de los conglomerados urbanos (art.94). 4) otro atentado al federalismo es el tercer senador provincial; 5) nuestro ballotage hace posible que gane quien sólo obtenga el 40% o el 45% de los sufragios. ¿Será finalmente la nuestra una “democracia†en la que gobiernen las minorías?; 6) el art. 99 prohÃbe al Poder Ejecutivo emitir disposiciones de carácter legislativo pero en el párrafo siguiente del mismo texto (ejemplo de contradicción institucional imposible de comprender), autoriza al citado Poder a dictar decretos de necesidad y urgencia (DNU). No se entiende que se faculte a realizar lo que algunas lÃneas antes se prohÃbe.
Tenemos provincias mendicantes del dinero que legÃtimamente les corresponde; designaciones “a dedoâ€; sustitución de las representaciones provinciales en el Senado Nacional; acumulación de poderes en el Ejecutivo; Poder Judicial sometido; intendentes perpetuos (debieran durar 4 o 5 años sin reelección); gobernadores vitalicios. En fin, se ha perdido la autoridad y se la ha transformado en gobierno directo de “la Calle†tanto en la Capital Federal como en las capitales provinciales; el Senado representa a los partidos políticos, ya no a las provincias (este Cuerpo carece de razón de ser. Estamos en un sistema unitario), convirtiéndose el Congreso en apéndice del Poder Ejecutivo. El Judicial, a su vez, depende de un Consejo de la Magistratura dirigido desde el P.Ej. No hay más República. Apenas nos quedan restos de Nación. Si Defendemos la tradición, la historia real (no la chismografÃa); si rememoramos el sacrificio de las generaciones que hicieron la Nación añorada; si revivimos la patria (lugar de los padres) y aprendemos a valorar el paisaje (paÃs); si recordamos las fechas gloriosas en el día correspondiente y dejamos de pensarlas como fines de semana largos (Bergman) y en base a todo eso rectificamos nuestras fallas, con la humildad que debe nacer del olvido y del amor al prójimo, volveremos a ser tan grandes como nuestras riquezas naturales nos obligan.
Quique Losuyo
Te felicito romina, a vos y a tu marido por el esfuerzo que han hecho,y especialmente a tu hijo, un abrazo desde Argentina
HOLA GENTE LINDA DE MI CIUDAD QUIERO COMPARTIR CON USTEDES LA ALEGRIA QUE TENEMOS . MI HIJO MAXI CAMILLUCCI RECIBIRA EL DIA 30 DE NOVIEMBRE EN LA CIUDAD DE FERMO EL PREMIO «PAGELLA D’ORO» ESTA ES UNA DISTINCION AL MERITO QUE SE OTORGA A LOS MEJORES ESTUDIANTES DE LAS ESCUELAS DE iTALIA Y CONSISTE EN DIVERSOS PRESENTES DE LA FUNDACION CARIFERMO Y UNA CUENTA BANCARIA CON CIERTA SUMA DE DINERO .LO QUE ME GUSTARIA ES QUE ALGUIEN LE HAGA SABER A MARCELO BARRIONUEVO EL ABUELO DE MAXI QUE ESTE LOGRO VA DEDICADO A EL CON MUCHO CARINO Y RECONOCIMIENTO .
Creo que la democracia es un buen sistema, tiene defectos pero pueden ser cambiados. BastarÃa con querer hacerlo. Si uno mira a otros paÃses que han ido perfeccionando el sistema para que el beneficiario sea el pueblo y no los gobernantes o negociantes de turno, ve que es posible una sana democracia. Desde ya estos paÃses también gozan de los primeros puestos en materia educativa con lo cual sus ciudadanos están formados para criticar y exigir los derechos que les corresponden y cumplir con sus obligaciones. El problema radica en que los encargados de mejorar el sistema tienen interés en que todo siga igual o empeore (les conviene), y en que el pueblo carece de la formación y el compromiso necesario para exigirlo. Un abrazo, !qué buenos estos debates!
Quique:
Luego de leer tus tres artÃculos tengo dos preguntas: ¿Es la democracia un buen sistema de gobierno cuando la educación es tan mala como la que estadisticamente tenemos los argentinos? ¿Un pueblo mal educado es capaz de elegir a un buen gobernante y no al mejor demagogo?
Si lees ésto, quisiera que me contestes.
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Estimado Quique:
Creo conocerte. Si no yerro, se que tus conocimientos son mas amplios y profundos de los que trasuntan tus comentarios en los que se adivinan tus indisimulables intenciones por abajar las formas. Pienso que no es bueno; se corre el riesgo de errar en el fondo. Por ejemplo, en tu justa critica a la reforma constitucional nada dices de la a-moral influencia masonica cultural y civico-educativa. Recibe esta critica con mi carino.
Quique, impecable ésta última parte que completa todo lo escrito anteriormente en tu blog. La historia debe servirnos para rectificar nuestras fallas, como decÃs al final. También tenemos que saber cuáles son esas fallas, el grave problema es que como sociedad nos cuesta reconocerlas.
Excelente articulo!no pertenezco a ningun partido politico, ni a ninguna religion, pero SOY ARGENTINO y me duele a diario que el paso de los anios nos lleve siempre a estar un poco peor, economica, social y culturalmente.
Solo rememorando el sacrificio que hicieron nuestros antepasados, historia real, (que importa si Sarmiento tenia o no mal caracter, eso es chismografia), es que podremos diagramar nuestro futuro, a muy largo plazo por cierto, ya que solo quedan restos de Nacion.
Recordemos las fechas gloriosas, sin disfrazarlas de algo que no fueron, sin cambiarle de nombre. Festejemos en el dia correspondiente y dejemos de pensarlas como fines de semana largos! Coincido con Bergman. Por ser laxos en las acciones de todos los dias es que estamos como estamos. (teclado sin enies, acentos, signos,etc.)