Un grupo de padres de Barreto, reclaman por la reapertura de la escuela, de ese paraje.
La escuela Ortiz de Ocampo, fue cerrada por falta de matriculas y debido a la deserción. Los pocos niños que había por esa zona fueron trasladados a Barreto Norte, donde funciona la escuela Leopoldo Lugones, incluso la maestra y directora también fue designada en esa escuela.
Con el correr del tiempo la zona comenzó a poblarse y hay alrededor de 5 niños los que deben concurrir a La Carlota o dirigirse a Barreto norte, a unos 5 de sus casas.
Ante esta situación un grupo de padres y ex alumnos solicitaron ante Inspección de zona información con la intención de reabrir la escuela, teniendo en cuenta que hoy habría cantidad de alumnos suficientes.
La inspectora evaluó la situación y corroboro el pedido e incluso vio que a diferencia de otros centros educativos rurales, el edificio escolar se encuentra en buen estado, debido a que son los vecinos quienes permanentemente visitan el edificio y tratan en el posible a conservarlo.
Desde inspección de zona 4220 Adriana Bongiovani, la inspectora, dijo a el corresponsal: «Ya se realizaron los primeros pasos sobre el tema aquà es diferente al caso de Olmos, porque no se cerro definitivamente, se hizo por falta de matriculas de niños, entonces reubicamos la docente y se queda a la espera de que, como se esta dando, lleguen alumnos desde la zona. Por su parte desde inspección ya realizamos los trámites necesarios para la reapertura. Veremos si es posible reabrir la escuela, no podemos dar una fecha, solo podemos decir que hemos hecho los tramites, agrego.
La escuela Ortiz de Ocampo tiene una historia como muchas de las escuelas rurales, en este caso fue creada por iniciativa de los propietarios de la Estancia La Magdalena de Barreto, cuando ese lugar se generaba un gran movimiento de hombres y mujeres que trabajaban en al estancia y en al estación ferroviaria, ya que por allí pasaba y se detenÃa el tren, había correo; era como «Un pueblo aparte», expresan los memoriosos de esa zona. Uno de ellos es Hugo Antar Espinosa, que en sus libros hace referencia a la escuela. En las paginas de «Marca Corona» y «Tumbeando en la estancia de los Barreto», se refiere a la gran cantidad de alumnos que iban a la escuela, algunos a caballo, aunque en su mayoría Vivian en la misma estancia.
El paso del tiempo hizo que la escuela y el lugar fueran perdiendo a sus habitantes y de las 60 mil hectáreas primitivas, hoy quedan son solo unas pocas y la escuela sin alumnos.
Un grupo de ex alumnos todos los años se reúne para recordar el paso por la Ortiz Ocampo. Allà nació la idea de reabrirla y hoy lo viven con mucha expectativa.
Ricardo Reynoso La Carlota