BANDERA DE LA PATRIA MIA.

«Mucho me falta para ser un verdadero padre de la Patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella».
Manuel Belgrano.

Que lugar ocupa el símbolo creado por Belgrano para darnos la identidad de hermanos en el corazón de esta ciudad de La Carlota ?

En esta pregunta podremos hallar respuestas, si en verdad deseamos encontrarnos con nosotros mismos.

La vemos llorar en la noche enjugada en sus pelos de hilacha como lo hace la madre que en vano espera. La vemos presidir actos en el papel de  cuadro que se coloca para tapar una grieta. La vemos en la mano temblorosa del niño que escucho a su padre discutir para que él la portara. La vemos en cuanto estadio compite un argentino y sirve de capa, remolino y hasta de baranda.

Es cierto que hay más y menos responsables, mayor y menor obligación si uno mide  al educador y al educando. Pero el compromiso de cuidar y proteger que nos hace jurar que la defenderemos a costa de nuestra vida, debe hacer que no quede en el lejano cuarto grado nuestra promesa y que la veneremos hoy como se debe hacer con lo más querido.

Los espacios públicos, el primero el municipio que es la casa de todos, deben tener el recurso económico y humano para atenderla tal como lo manda la ley madre de los argentinos y aunque la mayor de las crisis hiciera que algún remiendo pulcro la acompañara, no debería influir para que en la mañana la elevemos hacia el cielo y en la tarde pidamos nos acompañe en el reposo ciudadano.

Si nuestros intereses personales y sectoriales no nos permiten descubrir que sus colores son los mismos que acunan a nuestros adversarios polí­ticos, a nuestros contendientes en el deporte, a nuestros antagonistas en la vida barrial, a nuestros rivales en el trabajo, a quienes nombran al Creador con otro nombre. Entonces no tendremos el valor de interesarnos por su significado y habremos desperdiciado la oportunidad de comprender el objetivo su creador Manuel Belgrano.

Mirar para atrás no para crucificar sino para comprender, revisar actitudes no para justificar sino para perdonar y creer que este símbolo nos abraza a todos será el motivo de la esperanza para abrirnos su puerta.