La Corte Suprema rechazó un recurso de queja de Milagro Sala y dejó firme una de sus condenas

La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó este jueves por unanimidad un recurso de queja de la dirigente  Milagro Sala y confirmó así una condena a dos años de prisión que le había dictado la Suprema Corte de Jujuy por amenazas a policías. «Los voy a hacer volar a la mierda» le había dicho la dirigente a policías de una comisaría de Jujuy en el 2014.

La resolución señaló que la queja de la líder de la Tupac Amaru es solo un conjunto «de afirmaciones genéricas» que no reúnen los requisitos necesarios para un recurso ante la Corte.

El fallo de 12 páginas fue firmado en forma digital por los cinco miembros de la Corte, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti, Elena Highton y Juan Carlos Maqueda.

El Procurador General de la Nación interino, Eduardo Casal, dictaminó a principios de mes que debía rechazarse un recurso de queja que presentó Sala ante la Corte para revisar esa pena a dos años de prisión por amenazas.

Esta ya fue confirmada por la Suprema Corte de Justicia de Jujuy. Argumentó que no cumple con un “estándar mínimo de fundamentación”.

La defensa de Sala sostuvo que se “violó su derecho a la defensa” en este caso.

Así la Corte dejó firme, por primera vez, una condena contra Sala.

En enero, militantes protestaron contra el máximo tribunal con la consigna, «La Corte, basurero de la democracia”, y tiraron bolsas de basura en el palacio de Justicia.

Pero los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 2, por mayoría, absolvieron a Sala porque dijeron que las únicas pruebas de las amenazas eran el relato de los policías.

Sin embargo, la fiscalía apeló y la Cámara de Casación provincial revocó la absolución de Sala y le impuso una condena de tres años y dos meses de prisión.

Consideró creíble el testimonio de la policía y un parte diario de la comisaría donde se anotó que «con palabras obscenas con insultos hacia el oficial de servicio y la jefa titular de esta unidad amenazó con tomar represalias en cuanto al destino de trabajo».

Así revocaron la absolución y la condenaron a tres años y dos meses de prisión por amenazas.

La apelación llegó al Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, que revisó el asunto y decidió imponer a Sala una condena de dos años de cárcel de cumplimiento efectivo.

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