Cuando aquel 30 de Octubre de 1988, al terminar la ceremonia inaugural y Jorge Mario González junto a Oscar Ledesma, emitían el primer programa de la FM Estrella, cargado de bellas melodías, el “Cielo latinoamericano”, todavía descansaba, lleno de temores, en un rincón iluminado de mi mente esperando su debut. Ese cielo se fue nublando y se transformó en un “Agujero negro” un precipicio angustiante de esquinas donde chocaban con violencia los colectivos de la música. A las tres de la tarde empezaba la función. A veces me quedaba callado un largo rato. Tenía la impresión de que tenía que salvar la cosa, resucitarla cada tarde produciendo varias historias simultáneas. Cada texto era una transcripción poética de materiales reales a los que debía insuflarle energía oral para no dejarlos morir. Me sentía como gritándoles a los transeúntes de la radio, preguntando a través de un megáfono y fingiendo escuchar las respuestas en la lengua irreconocible de un no país.
Durante un tiempo detesté la síntesis y consideré a la edición como al misil de un Dios contrario. Todo iba tomando un rumbo o el otro. Cada año una locura nueva, un tirarse de espaldas por el hueco de una escalera. La gente creía y lo cree aún hoy que todo era parte del espectáculo. Imaginando una escenografía que no había en un escenario de pastores diciendo una frase de diez palabras y repitiendo las últimas tres. Los radioescuchas, oyentes expertos de todas las temáticas se entusiasmaron y aún se entusiasman hoy. Porque lo que no se entiende, se entiende en todos los idiomas.
Un gracias infinito a nuestro Director y amigo, Ricardo Horacio Valle
Foto del primer año con Jorge M. González, Aldo Ibarra, Cacho García y Campos, luego festejo de los 10 años y por último 2016 con Pedro Bonadeo.