Inhabilitan a 5 policías para seguir en la fuerza

Tres juezas les aplicaron penas de prisión en suspenso por el delito de severidades. Además, no podrán ejercer cargos públicos por el doble del tiempo de sus condenas. Desazón entre familiares de los agentes

Condenaron ayer a penas de prisión en suspenso a cinco policías carlotenses que la semana pasada habían sido señalados por el fiscal Julio Rivero como los responsables de la salvaje paliza que sufriera un hombre de 40 años a la salida de un pub y en la propia comisaría de la localidad.

Tal como lo pidiera el fiscal en su alegato, las juezas Nora Sucaría, Lelia Manavella y Virginia Emma de la Cámara Primera del Crimen, determinaron que el agente Eduardo Hipelmayer, el cabo primero Víctor Farías, el cabo Gerardo Sosa, el agente Guillermo Paván y el oficial subinspector David Barrera cometieron el delito de severidades en contra del ciudadano Hernán Villalobos, una persona que la noche del 11 de agosto de 2012 fuera demorada por la Policía en un avanzado estado de ebriedad.

Las penas que les aplicaron son todas excarcelables (van de los 2 años a los 2 años y 6 meses de prisión en suspenso), pero la sentencia tendrá un efecto directo en sus carreras profesionales pues las magistradas dispusieron que se los inhabilite para ejercer cargos públicos por el doble de tiempo de las penas.

Así, Farías fue condenado a 2 años y 4 meses de prisión en suspenso y 4 años y 8 meses de inhabilitación; Hipelmayer, Pavan y Sosa recibieron 2 años de pena y 4 de inhabilitación; en tanto que la condena más elevada le correspondió a Barrera (2 años y 6 meses de prisión en suspenso y 5 de inhabilitación) porque además de cometer severidades se lo condenó por lesiones leves en un caso de violencia familiar contra su ex pareja.

Minutos antes, uno de los uniformados negó que hubieran cometido delito alguno, justificó el procedimiento policial y consideró injusto que se los haya imputado a todos los policías que esa noche estuvieron de guardia.

De todos los que llegaron acusados desde la fiscalía de La Carlota, sólo el agente Ricardo Romero acabó absuelto porque el tribunal consideró que no tuvo nada que ver con los golpes que recibió Villalobos. Al iniciarse el juicio, Villalobos declaró que producto de la golpiza que recibió tanto en el trayecto desde el bar a la comisaría, como en el propio destacamento, perdió uno de sus dientes, y sufrió hematomas en todo el cuerpo.

La decisión de la Justicia fue recibida con lógica desazón por parte de los familiares de los uniformados. Habrá que ver la postura que asume el Tribunal de Disciplina policial que mantiene abierto un sumario en contra de los mismos policías.

FUENTE: Diario Puntal

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