Un sorteo con historia noble

La Cooperadora del Hospital San Antonio realizará una Rifa extraordinaria que tendrá como único premio un histórico vehículo local, un Ford Falcon modelo 1964. La “joya” mecánica fue donada por la familia Pigliacampo con el fin de recaudar fondos para la construcción de un oratorio en el hospital. El bono colaboración tiene un valor de $150 y se largaron a la venta 1.000 números.

El Ford Falcon 1964 se encuentra en excelentes condiciones incluso tiene el tapizado y pintura original de fábrica “Mi padre ha sido muy cuidadoso del Falcon, siempre le ha gustado y fue su pasión…ahora nos pareció que era lo apropiado a los efectos de que la cooperadora del hospital pudiera llevar adelante la construcción de un oratorio, un lugar donde las personas pudieran llevar sus plegarias” manifestó Juan Carlos Pigliacampo en Sin Comentarios.

“es una idea que conversamos con los chicos Jorge, Gustavo y Alicia, herederos del 50% del chiche, el otro 50% era mío, como éramos dos hermanos papá lo había establecido así” sostuvo

La joyita mecánica que tanta veces los carlotanos veíamos en las calles conducida por Don Juan y luego por “Chiche” quien también la sacaba a pasear para el deleite de los amantes de los fierros, tiene su historia “el vehículo debe estar en la familia al menos 25 a 30 años, nuestros padres salían a dar una vueltita los domingos. El vehículo tiene el tapizado y pintura de fábrica porque papá se lo compró a la familia Martinasso que lo habían comprado 0Km. El auto nunca se toco tenía funda en los asientos y así está, las alfombras también son las mismas…lo único que se le ha puesto son cuatro cubiertas radiales porque en aquel entonces se usaban cubiertas comunes…pero debo decir que mi padre era fanático y un enamorado de los Chevrolet y Chiche ha sido el alma mater del auto, quien lo ha cuidado y mantenido como un espejito…ahora hace un año que está prácticamente guardado y parado en una cochera…un homenaje a nuestros padres, mamá fue la dirigente cristiana de la familia porque siempre trataba de que participáramos en todos los actos de la Iglesia por lo tanto esto es el resultado de una formación cristiana que ellos armaron para nosotros” explicó Juan Carlos Pigliacampo.

Marcela Tomicich, arquitecta a cargo de la obra, es la encargada de levantar el oratorio en el terreno ubicado entre el Hospital San Antonio y el Hogar Mi Casita, una obra integrada con el hospital por medio de un pasillo y con salida a la calle “tendrá doble acceso y también podrá ser utilizado por toda la gente del barrio…” expresó Juan Carlos.

Un gran gesto de la familia Pigliacampo quien en vez de guardarse el recuerdo lo puso a disposición de la comunidad cumpliendo una tarea muy noble

 

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