La Parroquia La Merced de La Carlota expresa dolor y pide perdón a las víctimas de abuso sexual contra menores
La Carlota, 9 de octubre de 2024 – La Parroquia La Merced, a través de su párroco, el P. Jorge Luis Basso, y el vicario parroquial, el P. Ángel Ciappino, ha emitido un comunicado en el que expresa su profundo dolor y vergüenza por los abusos sexuales contra menores cometidos por Ariel Alberto Principi. En el mensaje, se reafirman las palabras del Papa Francisco en cuanto a la política de «tolerancia cero» frente a este tipo de delitos, y se pide perdón a las víctimas.
El comunicado destaca que, desde que se tuvieron noticias de las condenas en abril de este año, se ha explicado a la comunidad parroquial la gravedad de los hechos y las acciones que se han tomado en consecuencia. La comunidad de La Carlota ha manifestado su adhesión a las decisiones tomadas por el Obispo de la Diócesis, Adolfo Uriona, quien en 2021 recibió las denuncias contra Principi y ordenó el inicio de una investigación canónica.
El proceso fue trasladado al Tribunal Interdiocesano de Córdoba, donde Principi fue encontrado culpable de abuso de menores. Tras la apelación de este fallo, el Tribunal Interdiocesano de Buenos Aires confirmó su culpabilidad. Como resultado, el obispo lo expulsó del estado clerical, decisión que fue anunciada el 21 de septiembre por el Vicario General Juan Giordano durante la novena de La Merced.
Sin embargo, un mensaje emitido por la Secretaría de Estado del Vaticano causó confusión, ya que parecía indicar que Principi recuperaba su estado clerical. No obstante, el 8 de octubre, la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) informó que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe confirmó la validez de las sentencias emitidas tanto por los tribunales de Córdoba como de Buenos Aires. De esta forma, Ariel Alberto Principi ha sido definitivamente expulsado del estado clerical.
El comunicado concluye invitando a la comunidad parroquial y a todos los fieles a superar este doloroso momento, siguiendo las enseñanzas de Jesús a través de la Palabra, la Eucaristía y la vida en comunidad, confiando en la intercesión de la Virgen de La Merced.