El trigo, con el peor rinde de la década y 3 millones de toneladas menos

Más de 200 días con escasas o nulas precipitaciones en el territorio cordobés, con una alta frecuencia de heladas y gran cantidad de mañanas con el termómetro bajo cero se convirtieron en un combo difícil de sortear para los cultivos de invierno

Y las consecuencias empezaron a cuantificarse en los últimos días. La Bolsa de Cereales de Córdoba informó ayer que luego de haber transcurrido un otoño y un invierno en sequía, “sólo se cosecharía el 79% de lo originalmente sembrado con trigo, lo que equivale a una superficie 996.800 hectáreas en la provincia”.

Y agregó: “Para estimar el rendimiento de trigo 2020/21 en estos lotes cosechables de Córdoba diseñamos un modelo que utiliza 16 millones de datos de NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada), obtenidos con imágenes satelitales hasta mediados de octubre de 2020”.

El análisis de índices de vegetación a través de imágenes satelitales incluyó el momento en que los trigos evidenciaron su máximo verdor, en período crítico. Además, se integró al modelo el rendimiento triguero histórico aportado durante 12 años por más de 300 colaboradores de la Bolsa.

El resultado de este análisis arrojó que el rendimiento promedio hasta el momento sería de 17,3 quintales por hectárea, un valor que es 42% inferior a la campaña precedente y que a su vez, sería el más bajo de la década.

Por otro lado, la producción alcanzaría 1,7 millón de toneladas, lo que equivale a un recorte del 63% respecto a la campaña 2019/20 y del 37% respecto al promedio histórico (2007-2019).

Analizando el mapa provincial, se observa que los rindes promedio se ubican entre los 12 y los 25 quintales por hectárea, siendo el norte de la provincia la zona con menores rendimientos estimados. Contrariamente, el sudeste que tuvo un mejor aporte hídrico por las lluvias en el otoño-invierno, y la zona oeste, caracterizada por presentar más presencia de lotes bajo riego, son las zonas donde habría mejores rendimientos por hectárea.

El estado general del cultivo se ha ido deteriorando progresivamente desde los inicios, hasta llegar a encontrar el 74% de los lotes en estado regular a malo durante la segunda quincena de octubre. Si bien durante esa quincena hubo algunos registros de precipitaciones importantes en algunas zonas, no se espera que tengan una gran incidencia sobre los rindes debido a que el potencial se vio fuertemente limitado por la sequía ocurrida durante toda la etapa previa.

En cuanto al desarrollo, el informe detalló que un 18% del área se encuentra con la espiga emergida, pronta a florecer, un 47% se encuentra en antesis, un 30% en grano lechoso y un 5% más avanzado en grano pastoso. Hasta el momento el avance de cosecha es inferior al 1% correspondiente a lotes sembrados tempranos.

Sanitariamente se ha reportado media a alta incidencia de arañuelas (Penthaleus major) en localidades de los departamentos Río Cuarto, San Justo, Tercero Arriba y Unión, y en baja incidencia en Río Segundo y Totoral. A su vez, se reportó chinche verde (Nezara viridula) en media incidencia, en los departamentos Río Cuarto, Río Primero, Unión y Marcos Juárez. Por otro lado, las enfermedades reportadas han sido royas (Puccinia striiformis y Puccinia triticina) de forma generalizada por la zona centro y sur de la provincia y mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis) en Unión y Totoral, ambas en baja incidencia.

“Cabe mencionar que el cultivo se encuentra en un período susceptible a royas, fusarium, oídio, carbones, pulgones, orugas y chinches. A su vez, el SMN prevé temperaturas inferiores a las óptimas, sin heladas pero que podrían afectar el peso final de granos debido a una menor tasa de llenado”, recordó el estudio

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