De la Sota y Aguad se disputan el rol de defensor del sector agropecuario

Carlos Gutiérrez salió al cruce de declaraciones de Néstor Roulet, criticando la postura del ex gobernador en el conflicto por la resolución 125.
Después del decisivo voto de los productores agropecuarios en Santa Fe, referentes de los candidatos a gobernador de Córdoba del radicalismo y el PJ, Oscar Aguad y José Manuel de la Sota cruzaron acusaciones por su acompañamiento a los reclamos del sector en los últimos años.  

En ese marco, el candidato a legislador provincial Carlos Gutiérrez calificó de mentiroso a Néstor Roulet, el candidato a vicegobernador del radicalismo, quien había señalado que De la Sota no estuvo junto al campo durante los cortes de rutas durante el conflicto por la resolución 125 en marzo de 2008.

“Todos tienen derecho como candidato a buscar la mayor cantidad de votos, lo que no se puede hacer es mentir o andar a los codazos para querer ser el primero del grado y sacar patente de exclusivo defensor del campo por su hecho de productor o dirigente gremial del sector”, disparó Gutiérrez.

Afirmó: “No puedo creer que Roulet desconozca las imágenes que fueron públicas de De la Sota participando de los reclamos del sector en el Monumento a los Españoles en Buenos Aires o en el Monumento a la Bandera en Rosario”.

Aclaró que “De la Sota desde antes estuvo con el sector agropecuario con acciones concretas como la rebaja de impuestos, solucionándole el problema de miles y miles de hectáreas que estaban bajo el agua en el sur, entre otras acciones”.

Gutiérrez dijo que el gobierno de Juan Schiaretti, que representó la continuidad de De la Sota, tuvo sus inconvenientes con la Nación por apoyar los reclamos del agro, “al punto de que la Provincia estuvo a un paso de emitir cuasimonedas”.

“Lo de Roulet no es solamente una mentira, sino una falta de respeto para quienes estuvimos, estamos y estaremos al lado del campo”, enfatizó el dirigente riocuartense.

Pregno

También Alicia Pregno, candidata a vicegobernadora de Unión por Córdoba, se sumó a las críticas contra Roulet y lo calificó de “desagradecido”.

“Roulet tiene mala memoria. Nunca nadie defendió al campo y al complejo agroindustrial alimentario como De la Sota y Unión por Córdoba. Y lo seguiremos haciendo. Porque nuestra única lealtad incondicional es con Córdoba y en este caso con los productores”, dijo Pregno.

“Miope”

En tanto, el jefe del bloque de legisladores de Unión por Córdoba, Daniel Passerini, subrayó el «compromiso de José Manuel de la Sota con el campo durante el conflicto de la 125», al rechazar declaraciones realizadas por el candidato a vicegobernador radical Néstor Roulet.

Passerini trató de «miope» al aspirante a vicegobernador de Aguad por sus expresiones.

«De la Sota fue el responsable de que en el sur hoy haya soja y no agua. O Roulet es miope o estaba en San Luis explotando su planta de biodiésel», remarcó Passerini. 

En ese sentido, agregó: «Oscar Aguad acompañaba al gobierno de Mestre, quien desconoció las inundaciones en el sur» de la provincia.  

«Si hay algo que Schiaretti y De la Sota han hecho siempre es defender a rajatabla los intereses de Córdoba. Tanto este gobierno como el anterior han tenido como banderas irrenunciables la defensa de la provincia, el compromiso con el campo y el trabajo profundo junto a los sectores productivos que permiten el crecimiento de nuestra Córdoba», remarcó.  

Previamente, Roulet salió a criticar a De la Sota, al advertir que con el conflicto agropecuario por las retenciones «no apareció». 

«Ayer (por el lunes) me indigné porque De La Sota salió a decir que defendió al campo en el momento difícil y, sinceramente, en la 125 De la Sota no apareció», se quejó Roulet. 

El dirigente radical consideró que «el ruralismo, que implica los pueblos rurales, no tiene dudas de que la única oposición que hay en este momento en Córdoba» es el radical Aguad. 

En declaraciones a Radio El Mundo, Roulet evaluó que en las últimas elecciones de Capital y Santa Fe «hay un tinte de un voto (contra), una forma de ejercer el poder, el 70 por ciento de la gente le dijo que no a este gobierno en Capital y un 80 por ciento, en Santa Fe».

Niegan disciplinamiento hacia la Nación

Carlos Gutiérrez, candidato a legislador de Unión por Córdoba, dijo que sorprendieron las declaraciones del electo gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, de que “hay un disciplinamiento de Entre Ríos y Córdoba con la Nación”.

“Es conocido por todos nuestras diferencias con la Nación por el apoyo del gobierno de Juan Schiaretti con el sector agropecuario.
Córdoba protagonizó, junto a Entre Ríos y Santa Fe, de jornadas de apoyo al agro, no solamente durante la resolución 125”, remarcó el dirigente riocuartense.

Señaló que “con los resultados en la mano y donde el candidato del PRO, Miguel Del Sel, ganó en todos los pueblos agropecuarios, Bonfatti no tiene otra expresión que trasladar la propia falta de apoyo del campo en la provincia de Santa Fe a Córdoba. Es algo imcomprensible”.

Un comentario sobre “De la Sota y Aguad se disputan el rol de defensor del sector agropecuario

  1. DEJEN DE CONVERTIR A CÓRDOBA, COMO HUASCHA
    Huascha (Ischilín) . No aparece en los mapas. No figura en ninguna lista de pueblos, ni en el reciente Censo 2008 de la Provincia. No hay cartel que dé señales de su existencia. Pero Huascha existe.
    Arribar a este paraje no es tarea fácil. Los de afuera dirán que es un “pueblo fantasma”, en vías de extinción, pero sus 43 habitantes, de nueve familias, rechazan esa impresión con pasión y se aferran a la identidad de su terruño.
    Está a la vera de la ruta provincial 16, en el árido norte cordobés, a 25 kilómetros de Cruz del Eje y a 60 de Deán Funes. Como referencia cercana aparecen las comunas de San Nicolás y de Chuña, a nueve y 15 kilómetros de polvorientos caminos.
    Llegar es internarse un siglo atrás. El silencio de sus escasas calles, las antiguas casas con su arquitectura de época, muchas de ellas derruidas, y los ranchos en la lejanía. Sobresale, en pie, la abandonada estación de ferrocarril, símbolo de una prosperidad que pasó y no volvió.
    Es un pueblo perdido, extraviado, olvidado. Pero no lo es para sus sufridos habitantes, resistentes del olvido. Una sola protagonista verde atraviesa todos los tiempos en esta zona: la tuna. A su alrededor, la escasa vegetación en invierno se ve achaparrada, gris, sufriente de las sequías endémicas, mimetizada con el árido suelo.
    Aislamiento y carencias. El principal problema que plantean los lugareños es la falta absoluta de agua en el poblado. No existen perforaciones, molinos ni otra forma de obtenerla. Las napas estás secas y la suerte parece sellada. El aljibe de cada vivienda es sólo receptor del agua que pueda llegar desde otros puntos, en camiones.
    “La comuna de Olivares San Nicolás nos manda la cisterna con un tractor. Sólo nos queda comprar en Cruz del Eje, a 160 pesos los ocho mil litros. Pero eso no nos resulta nada fácil”, se lamenta Romina Cepeda.
    Avelino Bustos y Natalia Pereyra apuntan: “No tenemos ni un dispensario, viene un médico un solo día, cada una o dos semanas. Estamos aislados ante una emergencia y sin medios para transportar a alguna persona si hay una urgencia”. El único teléfono público de Huascha fue retirado hace tiempo. La incomunicación es sólo paliada por la telefonía celular, aunque jaqueada por la lejanía y la falta de señal.
    La escuela rural José de San Martín estuvo cerrada por más de 20 años. La buena nueva es que fue reabierta este año. Le dan vida un maestro y cuatro alumnos, que reciben la merienda del Paicor.
    Las oportunidades laborales faltan como el agua. “Aquí queda gente grande, jubilada y pensionada; el resto trabaja en dos estancias cercanas en tareas rurales o bien como peones en empresas de mantenimiento de caminos. Y nada más”, acota Orlando Ramírez. La alguna vez prominente iglesia permanece cerrada y sin cura todo el año. Sólo el segundo domingo de septiembre abre sus puertas y desempolva las imágenes para rendir honores a la Virgen Niña, patrona del lugar. Ese día es importante en Huascha. Y no habrá otro en un año.
    “Huascha nos tiene a nosotros. No es un pueblo fantasma, es un pueblo tristemente abandonado, pareciera borrado del mapa”, relatan a este inesperado cronista, en una rueda de mates.
    Mientras hablaban, el orgullo de identidad sobrevolaba el cielo. María Laura Díaz, una joven estudiante cuya familia tiene historia en el lugar, juntaba firmas para petitorios y programaba pintar un cartel con el nombre de Huascha para colocar en la entrada. Para seguir estando nomás.
    Al maestro con amor
    Al maestro rural Ariel Fernando López le tocó este año reabrir la Escuela José de San Martín. Vive en Deán Funes y sus cuatro pequeños alumnos lo acompañan a diario a tomar el colectivo. “Soy soltero sin hijos, pero los siento a ellos como propios, yo elegí esto”, dice.
    El tren que se fue
    El ferrocarril dio su pitada final en Huascha en la década de 1980. Hasta entonces, este paraje conoció mejores tiempos.
    Los trenes del Ferrocarril del Oeste con rumbo a Catamarca dejaron huérfanos también a otros pueblos de la región como San José, Quilino, San Pedro, Jaime Peter, Chuña y La Juanita, como así a tantos otros a lo largo del país.
    Ser hachero era el oficio común del siempre humilde lugar, complementado con los hornos de carbón de piedra, la crianza de ganado vacuno y caprino, como el trabajo en los olivares en el cercano San Nicolás.
    Pero Huascha nunca fue comuna. Recién el último censo provincial de 2008 lo incorporó como paraje rural a la zona que depende de la comuna de Olivares San Nicolás. No solo las vías férreas silenciadas marcaron la decadencia. La deforestación descontrolada, el cambio climático y la caída de las mini economías campesinas familiares también aportaron para la postración de hoy.

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