Ya se acerca.
Lazarillo de la esperanza.
Casi llega.
Plumón que un ángel navideño
Ha dejado sobre los relojes.
Su ojo de duende y minotauro
Se anuncia en las vidrieras.
Ya su arribo es un brindis
Con cascabeles de deseos
Y resplandor de estrella
Sobre el aire de enero.
¡Ah! Por dos noches
El mundo se soñará bueno.
Ojalá la cábala de su nombre
Que suma los cuatro puntos cardinales
Arroje saetas de inocencia
Al corazón de los hombres.
2011…2011!
Vigila. Vigila.
Sostén las bendiciones.
Reparte los trabajos.
Despierta la justicia.
Protege. Protege.
Sobre todo
A los niños y los sueños.
Mari Betti Pereyra de Fachini