Héctor Domingo Albano, nació en 1948 y desde los 10 años empezó a incursionar en la carpintería, con aquellas primeras tareas, como la de barrer la viruta. Visiblemente emocionado nos cuenta: “Mi padre Domingo nació en Santa Eufemia y tras un tiempo de aprendizaje en la empresa de la familia Batalla de aquella población, decidió trasladarse a La Carlota, contando con la colaboración de su hermano Enrique Francisco Albano, ubicándose en un galpón de la avenida Vélez Sarsfield. Advirtiendo que nadie se dedicaba a los artículos rurales, centra allí todo el esfuerzo y creatividad.” Antes de continuar, Héctor destaca – “la fecha de inicio de la carpintería según contaba su padre fue el 17/10/1937, posicionando la empresa como una de las más antiguas de la ciudad aún en actividad”. “El segundo domicilio fue en la calle Victorino Ordóñez, donde posteriormente funcionó la mosaiquería Ibáñez, fue en ese lugar donde nací.” Asevera Héctor.
“mas tarde nos instalamos en la calle Mitre los galpones llamados fortín del sauce y comenzaron a desfilar una pléyade de personajes que dejarían una huella en el rubro local, puedo citar a Meco Ibáñez, Orlando “el foca” Guzmán, el flaco Armando, Luis Cavaignac, don Leyría, don Hurst, el “potrón” Ríos, Heredia, los hermanos Mangiaterra, Domingo y Manuel Valdès, el “chiche” Hidalgo, el “sapo” Corbalán, “semilla” Videla, Cito Castagno.” Apelando a su memoria Héctor prolonga su relato, “A finales de la década del 50, ya estábamos en el local definitivo de la calle Jorge Ross, en donde siguen pasando los que serían a la postre excelentes carpinteros independientes, la “chancha “ Godoy, Carlitos Moyano, el “ciego” Aguirrebengoa, Eduardo Guzmán, Mario Lunetti, Oroná y seguramente varios que en este momento se escapan de mi memoria.” En 1979 quedan al frente Héctor y Hugo y en esta etapa, aparecen nuevos nombres, “popi” Coschiza, Pablo y Renato Coschiza y “poroto” Battaglino.
Otro momento emotivo y causa de innegable orgullo, es cuando nos dice – “son innumerables la ocasiones en que al ser llamados para alguna obra, sus propietarios nos manifiestan que tal o cual abertura fue fabricada hace tantísimos años en nuestra carpintería y aún esta impecable.
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Uff caí a esta nota de casualidad, cuantos recuerdos!! si habré ido a molestarlos de chiquito para pedirle maderitas para jugar!! vivimos unos años cerca del galón de Jorge Ross con mi familia. Un abrazo grande a los Albano!
Felicitaciones, tuve el placer de conocer a todos los que nombrastes, conoci los trabajos realizados, fuimos amigos, y ojala puedas enseñar todo lo que aprendistes. Un ejemplo . Abrazo. Ojala te acuerdes de Santi Moreno
Los felicito!!.Seria importantes que se convirtieran en la actualidad una escuela donde den clases particulares a personas que quisieran aprender el oficio.