Fabricio Martinasso fabricante de indumentaria de nuestra ciudad nos brindó un panorama del sector en el país y nuestra ciudad.
A partir de febrero cambiaron algunas perspectivas respecto a los plazos con los proveedores, y eso recae en las ventas. Explicó que hay dos clases de clientes, aquel que tiene espalda financiera para soportar esto, no le ha sido tan duro; y aquel cliente que la venía luchándola y financiándola con los plazos que le daba el proveedor, al haber acortado los plazos, está un poco más complicado.
En cuanto a los aumentos manifestó que en la indumentaria se dan entre un 8 y 10%, excepto el cuero que tuvo un aumento mayor. Sin embargo están esperando las paritarias, “cuando se regularicen los sueldos de los empleados se esperan que los precios aumenten un 5% más”.
Por otra parte explicó que el achicamiento de los créditos, en las tarjetas principalmente dirigidos a electrodomésticos, la complicación para comprar autos y motos favorecerán al sector de indumentaria “al no absolverle tanto el sueldo al empleado, somos optimistas de que ese dinero venga a la indumentaria” señaló.
En tal sentido, el panorama en las tarjetas de crédito es que han bajado la cantidad de cuotas “excepto tarjera naranja que esta normal, el resto se achico bastante, en varias tarjetas los intereses son más caros para el consumidor”.
En estos momentos, en el sector de la industria indumentaria se conjugan una serie de factores, la época en la que se prepara la indumentaria, las temporadas, las vacaciones de verano etc, y la realidad propia del país donde se están sufriendo las consecuencias de febrero. En tal sentido “cuando arranca febrero, al no haber precios por el tema del dólar y las tasas que se habían escapado, nadie quería vender la mercadería por la incertidumbre que había, esto llevó a 20 días de parálisis. Hubo una brecha de 30 días, entre vacaciones y los momentos de parálisis, que lo estamos sufriendo ahora que es el momento para fabricar indumentaria (se necesitan 60 días de plazo) ahora tenemos un problema y un cuello de botella por lo menos 15 a 20 días. Hay fábricas más grandes que lo planifican con seis meses de anticipación, pero los que venimos más cortos, por una cuestión financiera, lo estamos sufriendo” explicó Martinasso.
Al ser consultado sobre la existencia o no de regulación en el sector y la incidencia de lugares estratégicos de venta como La Salada manifestó que “es una competencia desleal”. Es decir “lugares como La Salada, Once, Flores puntos de venta masivo, donde va todo el país, no son controlados por el gobierno, entonces ahí puede ir a comprar cualquiera que a veces ni siquiera está inscripto municipalmente en su localidad. Al no haber controles fijos hay una diferencia con respecto a todos los otros fabricantes que están muy controlados por el gobierno, con respecto a sus empleados, a la forma en que cada uno tiene su empresa, su fábrica, ahí me parece que existe mucha desventajas” advirtió.
Martinasso adujo que existen entes que regulan “pero lamentablemente si no tenés el apoyo del estado, es muy difícil que esto se lleve a cabo”. Por otra parte, en La Carlota ejemplificó que un pequeño local un sábado “se instala un señor de Rosario, con Traffic, desplegó toda su mercadería y empezó a vender, un grupo averiguamos y ni siquiera tenía la inscripción municipal, nosotros tuvimos que ir a avisar a la Municipalidad que el señor estaba instalado para que fueran a cobrarle. Entonces yo creo que un Centro Comercial fuerte acompañado por la Municipalidad, por lo menos en un pueblo como La Carlota, se podría regularizar” en tal sentido invitó a los comerciantes a unirse al Centro Comercial para aportar ideas y para que en un futuro se pueda lograr algo fuerte “Hay una comisión del Centro Comercial pero éste es de todos los comerciantes, entonces debemos acercarnos, tener críticas constructivas para poder crecer”.
Finalmente sobre las novedades en la moda manifestó que en mujeres comienza a utilizarse nuevamente el pantalón tiro alto “ya viene esta tendencia hace un par de temporadas y ahora se está acrecentando e incluso en el verano va a llegar a la cúspide, será el producto más vendido, por ende regresan las puperitas, las remeritas cortitas. Es un giro bastante fuerte porque hasta ahora, en lo que es mujer, se usaba todo grande, a mitad de cola, un producto para la calza. En el caso del hombre no, es más clásico. Aquel hombre que está al camino de la moda se utilizan las cosas más al cuerpo, pantalones chupín, las remeras y las camisas entalladitas” concluyó.
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Muy buen comentario. Es lo que pensamos la mayoría de los independientes
que sabes este de ropa de marca si compra todo en la salada…
Once, Flores y La Salada son competencia desleal? Acaso este señor nunca fue a comprar ahi? mmmm