Con gran fé, finalizó el jubileo.

08 dic obispo

Alrededor de 8 mil fieles participaron de una misa en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción celebrada en el estadio de Estudiantes en Río Cuarto.

El oficio religioso estuvo a cargo de monseñor Eduardo Eliseo Martín, el nuncio apostólico Adrián Bernardini y el ex obispo de Río Cuarto Moisés Julio Blanchoud.
La multitudinaria celebración contó con la presencia de fieles de todas las localidades que comprende la Diócesis, ya que en la oportunidad se concluyó con las actividades religiosas en el marco de los 75 años de su formación.
A pesar de las inclemencias del tiempo, la celebración religiosa se desarrolló tal como estaba previsto en el estadio del club Asociación Atlética Estudiantes, se inició pasadas las 19:20. El estadio estuvo colmado de creyentes allí las delegaciones parroquiales de distintas localidades de la región y de Río Cuarto hicieron presente su amor a la Virgen. Una multitud elevó sus pañuelos de diferentes colores cuando ingresó la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de la Diócesis.

De esta manera, quedó finalizado el Jubileo por los 75º años de la Diócesis donde miles de fieles participaron de esta histórica manifestación de Fe.

Historia de la Diócesis:

La Diócesis de la Villa de la Concepción del Río Cuarto fue creada por el Papa Pío XI el 20 de abril de 1934 y abraca un tercio de la Provincia de Córdoba. Su primer Obispo fue Mons. Leopoldo Buteler. En la nueva diócesis había 15 parroquias constituidas.

 Las prioridades pastorales de Mons. Buteler fueron cuatro: La Obra de las Vocaciones Eclesiásticas y el Seminario, La Doctrina Cristiana, la Acción Católica y las Misiones.

 Conforme al espíritu pastoral y misionero que caracterizaba a Buteler comenzó a recorrer los diversos pueblos, los más distantes de Río Cuarto. Al culminar su misión por algunos pueblos del sur de la diócesis él decía en una Carta Pastral: “La oración era el motor y el principio de las campañas misioneras”. “Descubrió un gran anhelo en la masa del pueblo por instruirse en la religión, por el afán y la prontitud con que acudí­an los fieles a la predicación”.

 En otra Carta Pastoral vuelve sobre el tema y al preguntarse sobre el objetivo de una misión él decía que una misión buscaba “reformar las costumbres, hacer que los católicos tomaran en serio su fe y que los que no lo eran se convirtieran”… “Una misión sería de escasos resultados si se limitara su beneficio sólo a los que asistían al local donde se predicaba”… “Es necesario llegar a todos, para eso se hacían necesarios los laicos”.

  En el año 1958, Mons. Buteler, convocó a una Gran Misión General, motivada por el gran crecimiento de la ciudad de Río Cuarto.

 Otro hito en la historia de las misiones fue la Gran Misión Bodas de Oro de la Diócesis, que tuvo como lema “Cristo Redentor nos llega por María”. La dio comienzo Mons. Moisés J. Blanchoud y culminó con la toma de posesión de Mons. Adolfo R. Arana, tercer Obispo de esta Diócesis. En esta misión se destacó la gran participación de los laicos y de niños misioneros.

 Durante el ministerio episcopal de Artemio Staffolani se siguieron realizando misiones en las diferentes parroquias de la Diócesis organizadas, muchas de ellas, a nivel decanal, que hicieron que las comunidades se enriquecieran en el compartir la fe. Otras parroquias tuvieron la iniciativa de misionar fuera de la Diócesis, llamadas a compartir la Buena Noticia más allá de las fronteras.

Hoy monseñor Eduardo Martín dispuso la celebración de los setenta y cinco años de vigencia invitando a toda la región a misionar la Palábra de Diós.

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